El pasado 29 de mayo disputé los 10k de la Cursa Delta Prat, en un municipio de Barcelona. Era la segunda vez que participaba en esta prueba atlética que ya iba por su 17ª edición. En un circuito muy rápido salió un día de mucho calor y viento donde la mayoría de participantes vimos empeoradas nuestras marcas. Tras sufrir lo que no está escrito conseguí parar el crono en 34 minutos y 6 segundos, siendo el décimo clasificado de la general en una cursa con un gran nivel de atletas inscritos. La carrera contó con 885 corredores llegados a meta.

El pasado domingo disputé los 10k de la Cursa Delta Prat, en un municipio de Barcelona de 31,40 km² de superficie. Era la segunda vez que participaba en esta prueba atlética que ya iba por su 17ª edición.

En cuanto al recorrido es prácticamente llano, siendo El Prat una localidad con altura casi inexistente, donde su altitud máxima (5 metros) se encuentra en la Plaça de la Vila. El circuito es a doble vuelta, ya que es de cinco kilómetros, y está homologado por la FCA.

El único inconveniente lo encontrábamos en que la previsión meteorológica no era nada alentadora. Auguraban un día caluroso y con mucho viento, según la AEMET, con rachas de entre 30 y 50 km/h.

Por lo demás, llegaba a la cita en un buen momento tras haber conseguido dos grandes registros, tanto en la Cursa Diagonal DIR – Guardia Urbana como en la pasada Cursa Popular de Nou Barris. En cuanto a la semana de entrenamientos había ido todo sin imprevistos y las sensaciones habían sido muy buenas.

El domingo sonó el despertador a las 6.00h después de dormir algo menos de seis horas debido a la final de la Champions de fútbol y la consecución de la onceaba Copa de Europa del Real Madrid.

Realicé mi desayuno habitual de una competición; un bol de leche de arroz con avena y cereales, dos tostadas con membrillo, frutos secos (nueces, almendras, avellanas y pipas de calabaza) y una barrita energética.

A las 7.00h salí de casa y pasé a recoger a mi hermano Javi. Sobre las 7.30h ya estábamos por el Prat del Llobregat. Mi hermano había estado toda la semana lesionado de la cintilla de su rodilla izquierda, y tras tratarse con CFD Javi Jiménez durante la semana había conseguido poder plantearse acudir a la cita. Es una lesión bastante complicada ya que en caso de doler te inhabilita y no te deja correr.

A las 8.10h iniciamos el calentamiento en un parque de los aledaños de las Pistas de Atletismo Moisés Llopart; centro neurálgico de la cursa que íbamos a disputar. Concretamente en el Parc de la Solidaritat.

Veinte minutos de trote suave en los que ya se podía palpar el calor que hacía. Después fuimos hacia el coche a cambiarnos de ropa, y de camino a las pistas de atletismo fuimos haciendo rectas de activación. Yo me encontraba bastante bien y con buenas sensaciones. Mi hermano, por su parte, notaba sensaciones raras en su cintilla pero iba dispuesto a correr la prueba.

Una vez en la línea de salida tuvimos la ocasión de saludar a varios conocidos de otras carreras y de disfrutar del buen ambiente que se respira en los momentos previos a una carrera.

9:00h y se dio el disparo de salida. Salida desde segunda línea bastante cómoda ya que enseguida se fue despejando la manada.

Pasamos el primer y segundo kilómetro a ritmo de 3:15 y 3:19 min/km, respectivamente, y la carrera ya estaba muy seleccionada, estando yo en un segundo grupo junto a Dani Rueda, Albert Sasot (inestimable compañero de fatigas en otras competiciones), Enric Vila y cerrando el grupo David Gonzalo.

Yo me encontraba relativamente bien, los parciales estaban saliendo y estaba dando la cara en el grupo ya que me interesaba un ritmo rápido. El objetivo era el 3:18 min/km que acaba resultando 33:00 en el 10k.

De camino hacia el tercer kilómetro llegó un cambio de sentido en la misma Av. Verge de Montserrat. El grupo empezó a fracturarse y a mi par estaba Albert aportando su grano de arena. Yo no quería que se rompiera el grupo ya que sabía que el día iba a ser complicado, y cuantos más efectivos fuéramos mejor nos iría a todos. Intenté ir lanzando mensajes de ánimo para continuar todos enchufados. Así pasamos una larga recta donde se sucedieron los kilómetros tres y cuatro a ritmo de 3:20 y 3:22 min/km. La intensidad estaba siendo alta pero ya se empezaba a notar el viento y los segundos empezaban a sumar en contra del objetivo.

Durante este tramo pude ver algún que otro abandono mientras nos íbamos aproximando a un nuevo corredor, Oscar Alberich, con el que ya coincidí en la Cursa de Nou Barris.

Ya de camino al kilómetro cinco, antes de entrar a la pista de atletismo, el corredor del UA Terrassa Enric Vila, se puso a llevar las riendas del grupo imprimiendo un ritmo fuerte que provocó que el grupo se estirara y se acabara de fracturar. Yo traté por todos los medios de seguirlo, y detrás de mí hacia lo propio Albert.

Pasamos el kilómetro cinco en 3:31 min/km, parcial muy lento sin haber bajado la intensidad, marcando un tiempo de los primeros cinco kilómetros de 16:52.

Si os soy sincero en ese momento el crono era lo que menos me importaba. Estaba sufriendo lo que no estaba escrito para mantenerme enchufado en la carrera y la concentración para no bajar los brazos era máxima.

Enric se fue distanciando, Albert se quedó descolgado y yo conseguí conectar con Oscar Alberich. Y así pasaron los kilómetros seis y siete, a ritmo de 3:20 y 3:24 min/km, respectivamente. Durante el kilómetro seis Oscar lanzó algún pequeño relevo, pero posteriormente iba detrás mío, lo cual no le reprocho porque noté gestos de intentar tirar del carro pero ya tenía bastante con mantenerse conmigo.

De camino al kilómetro ocho iba completamente fundido, ya con el chip de morir en el asfalto, a ritmo de 3:27 min/km.

Los dos últimos kilómetros fueron de dolor, mucho dolor. No podía con mi alma pero sólo me decía a mi mismo que lo diera todo, que al llegar a meta no tuviera ningún reproche.

Y así lo hice, me fundí de mala manera, sufriendo como hacía tiempo que no lo hacía, mientras Oscar se fue descolgando lentamente.

Finalmente llegué a la ansiada pista de atletismo, donde acabé de echar los restos consiguiendo parar el crono en 34 minutos y 6 segundos, siendo el décimo clasificado de la general.

Mi hermano Javi finalizó la prueba en 36 minutos y 17 segundos, siendo el 31º clasificado de la general. Resultado de gran valor tras la semana de inactividad que tuvo por la lesión en la cintilla. Ahora a recuperarse para afrontar la siguiente temporada con garantías.

¿Y qué conclusiones puedo sacar de esta carrera?

Pues pocas conclusiones la verdad. Creo que el día no acompañó nada, hizo mucha calor y el viento nos jugó una mala pasada a todos. Sólo hace falta comparar los resultados de los primeros clasificados en otras competiciones. Diferencias de más de 40 segundos con Can Mercader o la Cursa DIR, en un circuito de las mismas condiciones. Por no decir que todos los asistentes a la Cursa de Nou Barris (circuito muy complicado) empeoraron marca en el Prat.

En los entrenamientos estaba rindiendo muy bien, a un nivel muy similar al que tenía cuando hice 33:01 en Nassos, o 33:12 en Sant Antoni el pasado mes de enero. ¿Suficiente como para bajar de 33 minutos? Es muy probable que todavía no merezca esa marca, así que no toca otra que seguir trabajando duro para lograrlo en un futuro.

Si me tuviera que quedar con algo de esta carrera sería con la actitud. Fue muy dura la segunda vuelta, aún viendo que la marca se estaba alejando mucho de mis expectativas, conseguí vaciarme al máximo y morí por arañarle segundos al crono. Esa es la actitud que me puede ayudar a conseguir los objetivos en un futuro, no tengo la menor duda.

¿Y ahora qué?

Ya estamos en el mes de junio y la temporada llega a su fin. La idea es iniciar el periodo de descanso a partir del 20 de junio haciéndolo coincidir con mis vacaciones laborales, y así desconectar de todo y cargar pilas para la próxima temporada.

Mientras tanto serán tres semanas más de entrenamientos en las que mi objetivo será buscar frescura; ritmos elevados y poco volumen. La verdad es que me encuentro muy bien tras la cursa del pasado domingo, y me estoy notando con un punto más en los entrenamientos.

En cuanto a las molestias todas están controladas. ¿El secreto? Visitar a CFD Javi Jiménez. El pasado martes no falté a mi cita semanal y me dejaron las piernas recuperadas para seguir dando guerra.

Ya veremos donde competiré en estas tres semanas. De momento este fin de semana lo tengo ocupado y estaré alejado de las competiciones.

No me gustaría finalizar la crónica sin agradecer a todos los fotógrafos de la Cursa Delta Prat su gran labor. Sois parte imprescindible de este mundo.

¡Gracias a todos por los ánimos y por seguir apoyándome!

¡Hasta la próxima!