El pasado 8 de mayo disputé los 10k de la cursa Diagonal DIR – Guardia Urbana, carrera que transcurrió casi en su totalidad por la Avenida Diagonal. Era la primera vez que participaba en esta prueba atlética que congregó a miles de participantes. Circuito favorable en el que el viento y la lluvia no lo hicieron tanto. Finalmente paré el crono en 33 minutos y 27 segundos, siendo el 8º clasificado de la general, el 3º de la categoría senior y el 1º de los clubs DIR. La carrera contó con 6.135 corredores llegados a meta.

El pasado domingo disputé los 10k de la Cursa Diagonal DIR – Guardia Urbana, una carrera que su recorrido se realiza por la emblemática Avenida Diagonal de Barcelona.

 

Era la primera vez que participaba en esta prueba atlética, que ya iba por su cuarta edición, con un circuito a priori favorable por el diferencial de alturas; empezaba en la zona de Palau Reial y acababa en el Forum a nivel del mar. Un recorrido con unos primeros cinco kilómetros en clara tendencia a bajar, y con una segunda parte similar a la de una carrera llana. La distancia de 10 km estaba homologada por la FCA.

 

Como ya os comenté en el anterior post de sensaciones previas a la cursa, tras terminar la pasada cursa de La Llagosta del 17 de abril, habían pasado tres semanas de entrenamientos en los que había conseguido controlar los problemas que llevaba arrastrando en mi isquiotibial izquierdo desde la maratón de Sevilla, y en la última semana habían aparecido molestias en la rodilla derecha debido a una sobrecarga en el vasto interno del cuádriceps.

El miércoles previo a la carrera tuve el último entreno de intensidad y no pude correr con total libertad ya que notaba muchísima tensión en la rodilla. Tras acabar dicho entrenamiento tuve consulta con Javi Jiménez quien me diagnosticó la sobrecarga del vasto interno y me trató con punción seca.

En cuanto a los entrenamientos, había notado bastante progresión en los días de calidad y una bajada notable del pulso en los rodajes. Eso era muy buena señal ya que significaba que el estado de forma estaba madurando.

 

El domingo sonó el despertador a las 5.30h ya que la carrera empezaba a las 8.30h y había que desayunar con tiempo. A mí me gusta acabar el desayuno tres horas antes de una competición, pero no era plan de levantarse a las 5.00h. ¡No somos élite!

Realicé mi desayuno habitual, quitando la naranja en ayunas que suelo tomarme; para una carrera no interesa ingerir fibra ya que con los nervios se suele ir bastante suelto. El desayuno consistió en un bol de leche de arroz con avena y cereales (esta vez tocó kamut), dos tostadas con membrillo, frutos secos (nueces, almendras, avellanas y pipas de calabaza) y una barrita energética.

A las 7.15h ya estaba por la zona de Palau Reial acompañado de mi hermano Javi, y enseguida fuimos al guardarropa para evitar colas. Pasadas las 7.30h iniciamos el calentamiento bajo la llovizna que empezó a caer en ese momento.

Calentamiento de chequeo de molestias en el que pude notar la gran mejora con respecto a los días anteriores. La punción seca había hecho su efecto y las molestias de la rodilla eran casi inexistentes.

Terminado el calentamiento hicimos unos leves estiramientos y ejercicios de movilidad, y fuimos hacia la línea de salida haciendo unas cuantas rectas progresivas.

Ya en la línea de salida tuvimos el placer de saludar a grandes atletas conocidos de otras carreras, y de apreciar el grandísimo nivel que había.

8:30h y se dio el disparo de salida. Salida desde segunda línea pero cómoda, debido a la amplitud de la avenida Diagonal y de ser todo en línea recta. Salí fuerte, intentando conectar con el grupo de cabeza, pero cuando vi el ritmo medio del reloj decidí echar el freno y regular poco a poco a mi ritmo habitual de carrera. A los primeros 500 metros iba a 3 pelados el km y ante todo había que ser consecuente. El nivel de los atletas de cabeza era muy alto y no podía codearme con ellos. Así pasé el primer kilómetro en 3’10.

Iba en tierra de nadie, por delante el grupo se iba despedazando poco a poco e iba dando caza a corredores y por detrás me seguía cual marabunta en el episodio de Atlanta en The Walking Dead. Estaba lloviendo y el viento me estaba jugando una mala pasada ya que no tenía lugar donde resguardarme y veía como poco a poco los de atrás se iban aproximando.

 

Pasé los kilómetros dos y tres a 3:22 y 3:23 min/km. Os aseguro que la intensidad era mucho mayor que lo que reflejaba el ritmo de carrera.
Intenté tirar de filosofía, concentrarme en no perder intensidad, y me limité a hacer mi carrera. Sabía que iba a tocar remar solo y eso es lo que hice.

 

Los puntos kilométricos estaban muy mal repartidos, ya que a veces coincidía exactamente con el reloj, otras veces estaban ubicados mucho antes de lo que tocaba, y en el tramo final parece que lo acabaron de compensar.

Pasé los kilómetros cuatro y cinco a 3:18 y 3:15 min/km, respectivamente, haciendo un parcial real de los primeros cinco kilómetros de 16’32.

 

La segunda parte de la carrera fue en la misma tónica; fui sacando más distancia a mis perseguidores mientras el grupo delantero se iba disipando más sin conseguir alcanzar a ningún corredor.

Así pasaron los kilómetros seis y siete a ritmo de 3:10 y 3:23 min/km. La carrera había dejado de ir por Avenida Diagonal transitando por las calles Castillejos, Bolivia y Badajoz, en un tramo toboganero, para luego volver a retomar la famosa avenida.

Una vez retomada la Diagonal puse el chip de morir en el asfalto y vaciarme del todo. La lluvia y la soledad me pusieron nostálgico. Justo estaba recorriendo el tramo final de la Cursa dels Nassos, una carrera que le tengo mucho aprecio por lo que simboliza y porque fue donde conseguí mi mejor marca en la distancia. Así, los kilómetros ocho y nueve los pasé a ritmo de 3’14 y 3’15 min/km.

Se terminaba la Diagonal para encarar el último kilómetro de carrera, con el giro en la rotonda del Fórum para coger ya el tramo final de carrera que desembocaría en el Passeig de Garcia i Fària.

Último kilómetro con todo, con intensidad máxima y con la certeza de que, fuera cual fuera el crono que viera en el electrónico al encarar la recta a meta, me iba a sentir con la paz interior de haberlo dado todo. Y así fue, último kilómetro a 3:06 min/km, cruzando la línea de meta en 33 minutos y 27 segundos, solo, sin peros ni reproches, y feliz por haber podido vivir una nueva aventura más.

Finalmente fui el octavo clasificado de la general, el tercero de la categoría senior (1982-1997) y el primero de los clubs DIR.

¿Y qué conclusiones puedo sacar de esta carrera?

Que vamos por buen camino. Las sensaciones en carrera han sido bastante buenas. Pese a ir solo en toda la carrera me he notado con soltura y con potencia en el tramo final.

La marca conseguida la considero buena ya que, pese a ser una carrera favorable, el hecho de haberla corrido solo y con un día de viento y lluvia me ha pasado factura. Por este motivo tengo esperanzas y quiero pensar que lo mejor está por llegar.

Sobre todo me quedo con la actitud. Pese a no tener oponencia por detrás y tampoco opciones a dar caza a algún corredor, no me he desconectado de la carrera y he conseguido correrla con intensidad. Una verdadera lástima no haber podido coincidir con alguien con un nivel similar al mío.

Además, tuve la suerte de llevarme unos cuantos recuerdos de la carrera. Reloj Garmin FR 210 HR como primer clasificado de Clubs DIR, y Polar Loop como primero del Run With Us, además de unos accesorios para el cuidado de lesiones.

¿Y ahora qué?

A seguir entrenando con las mismas ganas e ilusión que lo venía haciendo hasta ahora. Toca subir la intensidad en los días de calidad y rebajar un poco el volumen. Hay que afinar para acabar de encontrarse rápido en próximas citas.

Si todo va bien la próxima cita será en la Cursa de Nou Barris del próximo 22 de mayo, donde se organiza paralelamente a la carrera una olimpiada empresarial. La compañía donde trabajo me pidió expresamente que participara en esta prueba y la verdad es que me hace especial ilusión, ya que hace dos años acudí y conseguí la medalla de oro. ¡Habrá que pelear para revalidar el título!

Además, para mí Nou Barris es especial. Muchos son los motivos que me hacen sentirla así y es por ello que motivación no me va a faltar para el próximo domingo. En el post de sensaciones previas a la carrera hablaré sobre ello.

No me gustaría finalizar la crónica sin mencionar la carrera que hizo mi hermano Javi, que ha vuelto para quedarse y lleva compitiendo a un gran nivel muchos meses. Todo un ejemplo de perseverancia. ¡Muy grande!

También me gustaría anunciar, aunque ya lo hice el otro día en las redes sociales, el acuerdo de colaboración con CFD Javi Jiménez. Estoy muy agradecido por la confianza que habéis depósitado en mí y espero no defraudaros y que hagamos un largo camino juntos.

Por último, gracias a todos por el apoyo que recibo en las redes sociales. Cualquier gesto suma para lograr los objetivos.

Muchas gracias por leer y seguir el blog.

¡Hasta la próxima!