El pasado 1 de febrero disputé la Mitja de Granollers. Era la primera vez que participaba en esta prueba atlética, donde se congregaron unos 10.000 corredores inscritos. Circuito bastante complicado, con unos primeros 11 KM en subida, y una segunda parte donde se bajaba. Además, hizo bastante viento, y eso en la primera mitad de la prueba acusó bastante. Al final crucé la línea de meta en 1 hora, 15 minutos y 27 segundos, siendo el 73º de la general, consiguiendo mejor marca personal. La cursa contó con 8.814 corredores llegados a meta.
El pasado domingo disputé la Mitja de Granollers, en una localidad de Barcelona. Se podría decir que es de las medias maratones más famosas y con más prestigio del país. Como prueba de ello el cartel de lujo de corredores de élite del que dispone, donde Wilson Kipsang ha sido la principal estrella; el único corredor en la historia que ha sido capaz de bajar en cinco ocasiones de 2 horas y 5 minutos en un maratón, y que en 2013 hizo récord del mundo en la distancia (2h03’23’’).
El circuito es de gran exigencia. A grandes rasgos, tiene una primera parte que tiende a subir, y una segunda que baja. Este hecho es muy significativo, ya que correr en superficies con desnivel no te deja afianzar un ritmo de carrera constante, y eso en este tipo de pruebas es fundamental. De todos modos, se dice que la dureza de la prueba se contrarresta con los ánimos recibidos por los espectadores.
Como os comenté en el anterior post de sensaciones previas a la cursa, llegaba entre algodones a esta carrera. La maldita fascitis plantar y periostitis tibial del pie derecho no me han dado tregua. El mes de enero ha sido un calvario, pero he podido hacer todos los entrenos, llegando a acumular un total de 360 km de carrera.
Mis dos experiencias previas en la distancia han sido bastante diferentes:
- Hace dos años estuve en la Mitja de Barcelona consiguiendo un registro de 1 hora, 16 minutos y 45 segundos. Creo que muy bueno para las marcas que hacía en aquella época en las cursas de 10k.
- La temporada pasada estuve en la Mitja de Cambrils, donde tras pasar un infierno, conseguí acabar en 1 hora, 17 minutos y 50 segundos. Día con un temporal de viento muy fuerte, y donde tuve que tirar solo del carro en gran parte de la carrera.
Había algo en común en ambas experiencias; sufrí problemas digestivos. En Barcelona fue finalizando ya la carrera, pero en Cambrils fue a partir del KM10. En ambas participaciones terminé defecando sangre.
Me informé sobre el tema y mucha gente lo achacaba a una deshidratación. Yo, convencido de que eso no era ya que considero que me hidrato correctamente, seguí indagando sobre el asunto. Al final, un doctor especializado en el deporte me comentó otra posible causa; isquemia intestinal. Por lo visto es algo bastante común en muchos corredores de fondo, y se produce durante esfuerzos intensos prolongados, al ir todo el flujo de sangre a los músculos. No tiene efectos secundarios y es difícil de evitar porque se suman factores muy individuales.
Durante la semana previa a la carrera he estado tomando un probiótico para reforzar el sistema digestivo, y parece que no me ha ido nada mal.
Con todo este panorama me presentaba a La Mitja. El día previo estuve muy preocupado, pensando que había demasiadas cosas en contra como para que saliera una buena carrera. Sólo mi mujer sabe lo que es verme por casa cojear, sabiendo que al día siguiente tienes que correr un medio maratón.
La cursa empezaba a las 10.50h. Sobre las 9.15h llegaba a Granollers acompañado de mi mujer. Allí fui al pabellón habilitado para los corredores, y el ambiente era una auténtica fiesta, de piel de gallina. Me venían dejavús de la época que competía en Taekwondo. Muchas emociones recorrían mi cuerpo.
Allí quedamos con unos amigos y mi mujer se quedó con ellos mientras yo hacía un pequeño calentamiento; 20 minutos de trote muy suave, unos ejercicios de movilidad, un par de progresivos y ya estaba listo para ir al cajón de salida.
La estrategia de carrera la tenía bastante clara. Había estado estudiando ediciones anteriores de la cursa, y a corredores conocidos. Más o menos entraba en mis cálculos pasar el primer 5k en 18:00-18:10 y el 10k en 36:20-36:30, y con ello tendría opciones de poder conseguir 1 hora 15 minutos con bastante seguridad, incluso optar a 1 hora 14 minutos si me salía una gran segunda parte. Creo que una estrategia bastante conservadora, y es que el objetivo de hoy era quitarme la mala experiencia vivida en Cambrils, mejorando mi mejor marca personal en la distancia (1h16’45’’), disfrutando de la carrera.
10.50h y se da el disparo de salida. Salida en marabunta, donde esta vez no me preocupaba iniciar la prueba más lento, ya que la distancia era más larga de lo habitual. Pasan los KM 1, 2 y 3 a 3:41, 3:32 y 3:38 min/km, respectivamente. Los ritmos que indico son del reloj GPS Garmin, que como siempre tienen algún pequeño desfase con la realidad.
Iba adelantando a algún corredor conocido de otras cursas, hasta que di con un grupo de corredores en el que iba Pere Ocaña. Me gusta el ritmo que llevan y me pongo a seguir la estela del grupo. Pasan los KM 4 y 5, a 3:37 y 3:34 min/km, marcando un parcial de los primeros 5k de 18:10.
Siguen pasando los kilómetros con cierta facilidad, aunque el trazado era realmente duro. Así, se suceden los kilómetros 6 y 7 a 3:40 y 3:45min/km, respectivamente.
Es en ese momento cuando aparece desde atrás con mucha fuerza Alex, compañero del club Castillejo & Cáceres RC, y nos despegamos del grupo en el que íbamos. El viento soplaba con fuerza y la pendiente era bastante considerable. Nos vamos relevando, juntándonos con algún corredor más, pasando los kilómetros 8, 9, 10 y 11 a 3:41, 3:46, 3:45 y 3:50 min/km. Tramo bastante duro, sino el peor de la carrera. Habíamos hecho el paso por el KM10 en 36:59, y eso me inquieta un poco, ya que no entraba en mis cálculos pasarlo tan lento. Me lo tomo con filosofía y pienso que la situación de la carrera había sido complicada, en pendiente y con viento en contra, y que todavía se podía rascar una buena marca.
Llegados al KM11 Alex me dice que tire si me veo bien, y así lo hago. Realmente estaba muy fresco y ahora me quedaba la parte más favorable de la prueba. La planta del pie me molestaba bastante pero se podía correr. La periostitis no daba señales de vida, y los problemas digestivos, en algún tramo había tenido algún pequeño aviso, pero todo estaba bajo control.
Empiezo a tirar con más fuerza, y voy dando caza a algún corredor. KM 12, 13 y 14, a 3:29, 3:24 y 3:27 min/km. Aunque diga que era bajada, no lo era del todo; el perfil tendía a bajar, pero también tenía subidas.
Es en este punto cuando aparece desde atrás Ernest Sans. Cuánta energía a esas alturas de carrera. Lo sigo, haciendo el paso por el KM15 a 3:30 min/km, con un parcial de 5k (del KM10 al 15) de 17:45.
Era el KM15 y me veía muy entero. Estaba esforzándome, pero me quedaba cuerda para rato. Viendo que llevaba controladas las molestias y el tema intestinal, decido definitivamente vaciarme. Estos kilómetros los voy a recordar toda la vida; qué sensación de volar, entrando al pueblo de Granollers, entre el griterío y el jolgorio de la gente, chocando manos a niños… ¡Espectacular! Sin palabras.
Así se suceden los KM 16, 17, 18, 19 y 20 a 3:27, 3:23, 3:25, 3:26 y 3:21 min/km, marcando un parcial de 5k (del KM15 al 20) de 17:02. Ya quedaba poco más de un kilómetro y me encontraba con fuerza. Tiro con lo que me queda, apretando dientes. Me sentía victorioso; lo había conseguido. Tenía que evitar acordarme del mes que había pasado, del miedo que tenía a correr hoy. Me emocionaba sólo de pensarlo.
KM21 a 3:20min/km, y encaro la recta final. Me dejo llevar, sintiendo la magia de esta carrera y de acabar un medio maratón. Al final cruzo la línea de meta en 1 hora, 15 minutos y 27 segundos, rebajando mi mejor marca personal en 1 minuto y 18 segundos.
VÍDEO DE LA LLEGADA
Por otra parte, Wilson Kipsang fue el ganador de la prueba, parando el crono en 1 hora, 2 minutos y 38 segundos.
Sacando conclusiones de la carrera de hoy quedo muy satisfecho. He conseguido con creces el propósito, que no era otro que mejorar mi mejor marca en la distancia y disfrutar de la carrera.
Además, por primera vez, pude finalizar un medio maratón sin terminar con descomposición. Tampoco es que estuviera perfectamente, pero nada que ver con las otras ocasiones.
Me queda la sensación de que terminé demasiado entero. Quien me conoce y me ha visto competir sabe lo que sufro en carrera. Esta vez sólo lo he podido hacer en el tramo final por miedo a los problemas digestivos. Sé que corrí con mucha prudencia, y que quizás si hubiera sido más valiente podría haber estado en 1h14’, pero no era el día de intentar hazañas. Tenía que quitarme una espina, porque de haber salido mal, hubiera sido un golpe muy duro para mí.
¿Y ahora qué? Por motivos laborales y académicos tengo un mes de febrero ajetreado. Me gustaría correr en La Mitja de Barcelona para arriesgar e intentar “el marcón”, pero eso no puede ser; ese fin de semana trabajo 12 horas/día y me será imposible estar en la línea de salida.
Por otra parte, me sabe mal no aprovechar el buen estado de forma que tengo corriendo, por ejemplo, este próximo fin de semana en “Corre amb l’Apel·les” o en los 10k de La Mitja Colomenca, pero creo que sería una imprudencia seguir alargando las molestias.
La decisión está tomada y lo que queda de febrero lo voy a dedicar a seguir entrenando con tranquilidad, alternando el correr con la bici, elíptica, AlterG y piscina, y a centrarme en los exámenes que me quedan. También quiero disfrutar los fines de semana que no trabaje con mi mujer.
En marzo, si todo va bien, iniciaré un nuevo ciclo de entrenamientos para volver a la competición a finales de abril. Esperemos que todo salga según lo previsto y no haya ningún contratiempo.
Muchas gracias a todos por leer y seguir el blog.
¡Nos vemos en la próxima!