El pasado 31 de diciembre disputé los 10k de la tradicional San Silvestre de Barcelona, alias la Cursa dels Nassos. Era la cuarta vez consecutiva que participaba en esta prueba atlética que contaba con 11.500 corredores inscritos. Circuito muy indicado para conseguir una buena marca, pero que cuenta con el hándicap de una salida embarullada por la gran cantidad de participantes. Al final crucé la línea de meta en 34 minutos y 26 segundos, siendo el 122 clasificado de la general. La cursa contó con 9.839 corredores llegados a meta.
El pasado miércoles disputé la tradicional Cursa dels Nassos, una prueba de mucha tradición y que significa para muchos una gran oportunidad para batir sus registros, ya que tiene uno de los circuitos más rápidos de la ciudad.
Era la cuarta vez consecutiva que participaba en esta competición y en cierto modo llegaba con dudas. Dudas porque en ediciones anteriores no había conseguido batir mi mejor registro de aquel entonces, y porque nunca acabo de encontrarme cómodo en este tipo de carreras tan masificadas.
Mi rendimiento en esta cursa nunca ha sido malo, ya que he conseguido marcas bastante atractivas para el estado de forma que tenía en aquel momento, pero nunca he llegado a conseguir algo grande. Mis marcas en ediciones anteriores fueron:
- Año 2011 – 36:25 – 206º Clasificado
- Año 2012 – 35:33 – 180º Clasificado
- Año 2013 – 34:21 – 85º Clasificado
Como os comenté en el anterior post de sensaciones previas a la cursa, llegaba entre algodones a esta carrera. Además del trastorno orgánico que me ocasiona el trabajo a turnos rotativos, llegaba con una fascitis plantar en el pie derecho bastante desarrollada. La semana previa a la cursa había estado tratando con mucho cariño la dolencia, y por suerte no tuve que renunciar a correr esta carrera.
Por suerte, la periostitis estaba bastante dormida y las molestias del glúteo no daban señales de vida. No todo eran malas noticias.
La cursa empezaba a las 17.30h. Sobre las 16.00h llegué con mi hermano para buscar parking en la zona. Él venía a esta carrera después de haber bajado el pistón en sus entrenos, para ver si así conseguía salir de ese estado de sobre-entrenamiento que tenía. Pero cuando entras en una racha negativa, todo te sale al revés; tres días antes de la carrera cogió un fuerte constipado y llegaba al día D con medicación varia y sin encontrarse bien. A veces la vida te presenta estas situaciones para ponerte a prueba, para que saques a relucir tu capacidad de sufrimiento y superación. No desistas Javi, que pronto revertirás la situación.
16.30h e iniciamos el calentamiento. Algo más de 5 km tranquilos, unos leves estiramientos, ejercicios de movilidad y directos para el coche a cambiarnos de ropa. De camino a la línea de salida fuimos haciendo unas rectas activadoras.
Nos colocamos en el cajón de salida sobre las 17:20h y ya estaba a reventar de gente. Malas vibraciones corrían por mi interior sabiendo lo que me cuesta salir en cursas tan masificadas, y encima estaba situado más atrás que la liebre de 37 minutos.
17:30h y se da la salida. Recta de unos 300 metros en la c/ Selva de Mar y giro pronunciado a derechas en Paseo García Faria. Yo iba como en un rebaño de ovejas corriendo por inercia y más pendiente de no caer que de otra cosa. Sin darme cuenta me veo encerrado justo detrás de la liebre de 37 minutos y unos cuantos corredores que la custodiaban. Voy suplicando a los corredores que me rodeaban que me dejaran pasar, pero con tan poco margen de maniobra era lógico y normal que no me hicieran ni caso. Así paso los primeros 800 metros de la carrera. Miro de reojo el reloj y marca un ritmo medio de 3:40 min/km. ¿¡Estamos locos!? Para aspirar a mi objetivo, tendría que estar yendo a 3:20-3:24 min/km como poco, y sobre todo en un inicio de carrera que sueles salir más fuerte.
Por suerte consigo salir del embudo donde me había metido, colocándome en el exterior y poniéndome a tirar como si del final de la prueba se tratara. Veo cómo voy dejando a mi derecha a mi hermano Javi, y a más corredores de otras cursas que sus marcas rondan los 37 minutos. Hago el paso por el KM1 en 3:30min/km. Había conseguido un parcial decente para el bodrio de kilómetro que podría haber hecho de haber seguido encerrado. El problema era que me había desgastado muchísimo a acelerones y frenazos.
Entre el mosqueo sigo tirando con rabia desde el exterior, y ya con una dinámica que no dejaría hasta finalizar la prueba; adelantar, adelantar y adelantar.
Y así se suceden los kilómetros 2, 3 y 4, a 3:23, 3:22 y 3:23 min/km, respectivamente. En ese momento adelanto a corredores que están entorno a los 35 minutos en un 10k. Sigo en mi cruzada personal y progresando entre corredores. Voy pasando a diferentes grupos y es en el paso por la Estación de Francia, en Paseo Picaso, donde veo a corredores que van más adelantados, ya que ahí se produce un cambio de sentido. Ahí me doy cuenta de lo lejos que estoy de otros corredores ya conocidos de otras cursas y que están a un nivel parecido al mío, y psicológicamente me toca. La palabra que definiría ese momento era la de impotencia.
En la recta hacia el KM5 consigo dar caza a Pere Ocaña, que sabía que su marca estaría en sub 35 minutos seguro. Todo iba cuadrando, a medida que pasaban los metros me iba encontrando a atletas de diferentes niveles. Yo iba jodido, el desgaste había sido sustancial, ya que en ningún momento había llegado a ir en un grupo, y estaba corriendo unos cuantos metros de más sin poder trazar bien el recorrido (el reloj acabó marcando 250 metros de más). Paso los primeros 5km en 17:20, con el KM5 a 3:18 min/km, y pienso que no es un mal parcial para las circunstancias y me cargo de razones para seguir luchando por conseguir no sé todavía el qué.
Vamos hacia el KM6 en subida por la calle Marina. Pere Ocaña parece que me sigue y vamos dando caza a nuevos corredores. Pasamos por el KM6 a 3:25 min/km. Seguimos subiendo c/ Marina y giramos por c/ Pallars. Aquí voy en tierra de nadie, me despego de Pere y sigo adelantando a algún corredor, entre ellos a Lorenzo Merchán, conocido de otras carreras. Paso por el KM7 y 8 a 3:24 y 3:23 min/km.
Y llega el final de la prueba. Justo en el paso por el KM8 cogemos Av. Diagonal a la altura de Las Glorias, para no dejarla hasta la c/ Selva de Mar.
Ahí ya pongo el chip de morir con dignidad; sabía de sobras que no llegaba a mi mejor marca, pero había que intentar conseguir algo decente. Larga recta en Av. Diagonal entre la decepción y la desilusión, pasando el KM9 a 3:18 min/km. Giro a derechas en c/ Selva de Mar para encarar la recta final. Unos 400 metros que son una tortura. Una tortura no por el cansancio, sino por el dolor de ver como el crono va sumando segundos y ves como tu sueño de conseguir una gran marca se esfuma. Al final cruzo la línea de meta en 34 minutos y 26 segundos (tiempo real, que no el de la foto).
Sacando conclusiones de la prueba, y ahora que han pasado unos días y tengo un punto de vista más objetivo, no fue un mal día. Me quedo con las sensaciones de pasarme toda la carrera adelantando. Sería injusto conmigo mismo si dijera que hice una mala carrera. Actitud no faltó. Es una evidencia que no se me da bien este tipo de pruebas. No acabo de encontrarme cómodo en los inicios de carrera y lo acabo pagando porque luego se me hace un mundo remontar el tiempo perdido.
Por otra parte, tengo una gran decepción. Creo que tenía suficientes motivos para creer en bajar de 34 minutos, pero en mi destino está escrito que todavía no lo merezco.
¿Y ahora qué? Por motivos laborales no tengo fines de semana disponibles para poder atacar un mejor registro. Me encantaría poder estar el 18 de enero en la Cursa de Sant Antoni. Creo que sería el lugar ideal para lograr la hazaña. Pero ese fin de semana trabajo con mi querido turno de 12 horas/día y es imposible. Otra opción sería estar el 25 de enero en la Cursa de Vilafranca, donde en 2013 conseguí mi mejor registro de aquel entonces. Pero ese fin de semana habré terminado siete días en turno de noche, y a la semana siguiente tendré La Mitja de Granollers y sería demasiada tralla para el cuerpo. Además, estaré con los exámenes finales de la universidad. Creo que sería una imprudencia correr ese día.
Dicho esto, la próxima cita será el 1 de febrero en La Mitja de Granollers. Allí intentaré quitarme la espina clavada de La Mitja de Cambrils de la temporada pasada, e intentaré hacer una marca acorde a mis registros en un 10k. Mi mejor marca en la distancia de Media Maratón es de 1 hora, 16 minutos y 45 segundos conseguida en febrero del 2013. Veremos el estado de forma con el que llego y si las molestias me permiten correr con garantías esta prueba.
Hay que cambiar el chip y hacer un reset mental para volver a ilusionarse por conseguir nuevos objetivos. Poco a poco me tengo que rehacer del varapalo de la Cursa dels Nassos. El tiempo lo cura todo, sólo hay que dejarlo pasar.
En cuanto a mi hermano, como era de esperar por lo que os he comentado antes, no tuvo una buena carrera. Se planteó abandonar en muchos tramos, pero al final decidió terminar aunque saliera una mala marca.
También felicitar a Carles Castillejo por su carrera. Después de un año sin competir paró el crono en 29:10, siendo el 2º clasificado, y consiguiendo el récord de Cataluña de la categoría M35.
Mis felicitaciones también para todos aquellos corredores que batieron sus marcas en esta prueba.
Por último, gracias a todos por el apoyo que recibo en el día a día. Ahora más que nunca son necesarios todos esos gestos y palabras de ánimo.
Muchas gracias por leer y seguir el blog. Os deseo un feliz año a todos y que vuestros deseos y objetivos se cumplan en este 2015.
¡Nos vemos en la próxima!
Hola Carlos,
Felicidades por tu blog y por tus marcas. Para mí, que soy un humilde sub 50, eres un ejemplo a seguir. Me parece alucinante lo que haces y lo que consigues, así que no dejes de hacerlo.
Yo corrí Nassos por primera vez y me pareció caótica. 11000 personas no pueden salir desde Selva de Mar, es una cuestión física. Y menos con esa primera curva de derechas. O cambian el recorrido o cambian el límite de inscritos. Tuve un problema con mi dorsal: al parecer a los últimos en inscribirnos, a pesar de tener marca, nos mandaron al cajón de los sin marca. Es decir, el infierno. 2 km rompiéndome las piernas para esquivar y mantener ritmo a la vez. Para mí, que voy sufriendo cuando voy a 4:30, tener que hacerlos por obligación en frío sólo empezar me dejó frito.
Lo del incivismo de la gente es otra cuestión, ajena a la organización, pero que afecta: gente sin dorsal, gente colándose en cajones, gente recortando por aceras pasando por encima de la gente, gente tirando la botella de agua a los pies de la gente…en fin, es lo que tienen estas carreras masificadas pero es lástima, la verdad.
Voy a correr Sant Antoni. Voy a por el sub 49. Sé que te parecerá poco pero lo firmo ahora mismo.
Un saludo y sigue dándolo todo!
Albert.
Perdón por el retraso en contestar. Muchas gracias por seguir el blog y comentarlo.
Espero que en Sant Antoni consiguieras tu objetivo.
Un saludo.
El tema de la distancia de más nos salió a todos, yo hice 200 metros de más que me supusieron 48 segundos y no poder bajar de 40, y eso que iba a 3:58. Eso de distancia homologada poco tiene.
Perdón por el retraso en contestar.
En un principio la distancia es homologada. Otra cosa es que por la cantidad de gente que hay, nosotros tracemos un recorrido que a la larga acabe sumando unos cuantos metros de más.
Sigue trabajando y seguro que esos 48 segundos los mejoras.
Un saludo y gracias por seguir el blog.