El pasado 30 de noviembre disputé los 10k del 36º Cros popular de Sants, en un barrio de Barcelona. Circuito complicado en el que junto al viento y la lluvia, lo hicieron bastante duro. Al final crucé la línea de meta en 34 minutos y 37 segundos, siendo el 7º clasificado de la general. La cursa contó con 1.358 corredores llegados a meta.
El pasado domingo corrí en los 10k del histórico Cros Popular de Sants. Una cursa que transcurre por las principales calles del barrio de Sants. Era la 36ª edición de esta prueba atlética. Una carrera de mucha tradición, que contaba con una cifra aproximada de 1.500 corredores inscritos.
El perfil del recorrido no invitaba a pensar en conseguir un gran crono, pero se podía intentar correr rápido. En general no había grandes subidas, pero sí calles largas con falsos llanos constantes, como Avenida Madrid, c/ Sants o c/ Tarragona. Ahí es donde creo que se pierden más segundos. Luego encuentras calles como Arizala, Enric Bargés, o tramos de Rambla Brasil, que son subidas más pronunciadas y no muy largas, y te cortan el ritmo de carrera.
Como os comenté en el anterior post de sensaciones previas a la cursa, no venía con la idea de intentar rebajar una marca. El objetivo era ser competitivo, e intentar mejorar el rendimiento de la anterior cursa del Clot-Camp de l’Arpa-Verneda. Sobre todo quería disfrutar en carrera e intentar hacer un crono atractivo. En esta carrera daban trofeo a los 10 primeros clasificados, y por referencias en otras ediciones, era complicado estar entre los galardonados. En mi cabeza tenía la ilusión de poder conseguirlo, aunque sabía que tendría que sudarlo y mucho. En la edición anterior paré el crono en 35 minutos y 39 segundos, siendo el 25º clasificado de la general.
Los que seguís el blog sabéis que llevo arrastrando molestias desde hace un tiempo, aunque por suerte no he tenido que dejar de entrenar. En este caso, Isa Arbones ha tenido gran parte de culpa; hace dos semanas pasé dos días por sus manos y a partir de ahí todo ha ido a mejor.
También, esta semana he tenido que trabajar de sábado a viernes, y han sido siete días madrugando a las 4.40h y sumando un total de 64 horas laborables. Es muy complicado conciliar el deporte a esta intensidad con un trabajo que desgasta tanto. El miércoles pasado sufrí de lo lindo en el último entreno de calidad de cara a esta cursa, consiguiendo terminar el entreno entre mareos y náuseas. Yo soy de los que piensa que si quieres competir bien, tienes que entrenar como un animal (siempre con un límite). Aquello que no vivas en los entrenos, jamás podrás soportarlo en una competición. Hay que enseñar al cuerpo lo que es sufrir e ir preparado para lo que te puedas encontrar. Luego todo es más fácil.
Respecto a la última molestia que os comenté en el anterior post, en la parte interna del pie a la altura del puente, el domingo desapareció por arte de magia. Qué gran noticia. Era bastante molesto y me tenía muy preocupado.
La cursa empezaba a las 10.00h. Sobre las 8.15h estaba por la zona con mi hermano Javi para encontrar parking cerca de la zona de salida. Por suerte, aparcamos en la misma Rambla Brasil, algunas manzanas más abajo.
Estuvimos charlando tranquilamente de nuestras cosas haciendo tiempo para empezar el calentamiento. El día estaba lluvioso, pero no acababa de caer mucha cantidad de agua. Lo que más me preocupaba eran las rachas de viento. Y es que prefiero que caiga el diluvio universal a que haga viento. Por experiencia, lo primero es mucho mejor. Había que tener precaución ya que el asfalto estaría en mal estado debido a las lluvias, y había mucho riesgo de caer, sobre todo en las curvas más cerradas.
Mi hermano tenía la esperanza de encontrarse mejor, pero las sensaciones acabarían siendo un calco a las anteriores carreras; de cardio bien pero muscularmente roto. Y si las piernas no tiran, es muy difícil correr rápido. Está claro que necesita unas semanas de aire, de entrenamiento cruzado y despejarse y volver a arrancar. Espero que su entrenador Jaume Leiva dé con la tecla.
Llegaron las 9.00h e iniciamos el calentamiento. Hicimos poco más de 5 km, unos leves estiramientos y progresivos y nos fuimos para la línea de salida. Allí coincidiendo con grandes atletas y personas, ya todos conocidos de anteriores cursas.
Son las 10.00h y se da el disparo de salida (salimos con 2 minutos de retraso). Salgo fuerte ya que la carrera empieza con una curva pronunciada a la derecha y viendo el estado de la calzada decido no jugármela. Las primeras sensaciones son buenas, enseguida regulo el paso y me veo cómodo al tiempo que pasamos por el KM1 en 3’25. No había ido nada lento, pero el tramo de c/ de Sants y c/ Arizala había sido desfavorable.
La carrera iba loca, idas y venidas de corredores, y yo intentaba llevar un ritmo controlado y sin tirones. Tal y como estaba el terreno, la concentración era máxima, y ni si quiera reparaba en mirar el reloj. Pasamos los KM 2 y 3 a 3:24 y 3:30 min/km, al tiempo que callejeamos por la c/ Melcior de Palau. Yo iba entre corredores conocidos de otras carreras, como lo son Ernest Sans y Pere Ocaña, entre otros. Llegamos al paso por el KM4 a ritmo de 3:19 min/km, a la altura de c/ Sants con Rambla Brasil. Aquí voy junto a Ernest dando caza a nuevos corredores. Es en el giro de 180º de Rambla Brasil para luego coger de nuevo c/ de Sants cuando aparece de repente una botella en mi pie, y tropiezo y me doblo el pie derecho. De mi izquierda había rodado esa botella, y por poco me meto el tortazo de mi vida. De milagro sigo en pie aunque con el tobillo algo dolorido. Ernest tiene el detalle de preocuparse por mí y yo le hago saber que va todo bien. Así en la c/ de Sants damos caza a dos nuevos corredores; Simon Jakob y Fernando Prieto. El segundo qué casualidad que había aparcado el coche justo al lado del mío, y al finalizar la prueba pude conversar un rato con él.
Al paso por el KM5 a ritmo de 3:39 min/km, marcando un parcial de 17:15 en los primeros 5 km, la carrera empieza a seleccionarse algo más. Es después de pasar por Rambla Brasil para volver a coger de nuevo Avenida Madrid, cuando aparece con fuerza otro corredor conocido de anteriores cursas; Emilio Fernández. Gran persona Emilio, que me lo encuentro muchas veces por Can Dragó. Siempre hace gracia ver a gente cercana acompañándote en la carrera. Así, Emilio se incorpora con fuerza y le da otro aire al grupo. Es a partir de ese momento cuando se forma un grupo que ya no iba a abandonar hasta los instantes finales de la carrera. Ernest y Pere se habían quedado, y ya sólo quedábamos Fernando Prieto, Simon Jakob, Emilio Fernández y yo. Emilio es ahora el que lleva las riendas con un ritmo contundente. Yo voy a la cola del grupo sufriendo bastante. La verdad es que desde el KM3 no estaba teniendo buenas sensaciones y me notaba bastante agotado psíquicamente. Me limitaba a ir a ritmo, y la única buena noticia era ver como iba dando caza a otros corredores y no perdía el hilo de la carrera. Lo dicho, momentos duros en los que voy en la cola del grupo y se suceden los KM 6, 7 y 8 a ritmo de 3:28, 3:19 y 3:33 min/km, respectivamente. En el tramo de Passeig de Sant Antoni estoy a nada de quedarme, pero sólo hago que pensar que no podía perder ese tren y tiro sin pensarlo. A la altura del KM 8.5, en el tramo de c/ Tarragona, me vienen fuerzas, la cabeza se despeja y decido dar la cara. Ya estábamos en el tramo final de la carrera, y ahí es cuando se vende todo el pescado. Ya no había tiempo a las lamentaciones, a los cansancios, había que darlo todo y morir en el asfalto. Entre la ligera lluvia voy con fuerza y me pongo en cabeza del grupo. Cambio el ritmo descaradamente y a lo lejos veo a un corredor más; Roman Kessler. La verdad es que había cambiado bien y me veía con ganas y ahora ya no había marcha atrás. Se quedan Fernando Prieto y Simon Jakob, y sólo parece que es Emilio quien aguanta a unos pocos metros. Para mi sorpresa doy caza a Roman pasado el KM9 a ritmo de 3:21min/km transitando por c/ de Sants. Era un gran parcial para haber pasado por tramos bastante desfavorables. Roman, de manera muy inteligente, se pone detrás mío guardando un as en su manga. Yo intento imprimir un ritmo fuerte para no jugarme la posición en los instantes finales, pero no me lo consigo quitar de encima. A falta de 500 metros Roman mete una marcha más y se me escapa. No lo pierdo de vista, a unos pocos metros, pero la hazaña se me antoja complicada. Giramos en Rambla Brasil, con unos últimos 200 metros en subida pronunciada, apretando dientes y parando el crono en 34 minutos y 37 segundos, séptimo clasificado de la general, a tres segundos de Roman. A escasos segundos llega Emilio y posteriormente Simon y Fernando.
Llego a meta exhausto, al tiempo que me encuentro de voluntaria a Isa Arbones. Lo único que me sale es darle un abrazo, porque ella tiene parte de culpa de que yo pueda correr sin dolores.
Al llegar a meta no valoro la marca. Sabía que hoy no era un día para hacer una mejor marca, y encima el tiempo no acompañaba. En muchos tramos el viento soplaba con fuerza y se hacía muy complicado correr rápido. Además, creo que la lectura de la carrera ha sido buena. Haber salido más fuerte podría haberme pasado factura, ya que hoy no tenía la cabeza para soportar grandes torturas. Si os digo la verdad estaba muy cansado psicológicamente, y con lo que me quedo es con el tramo final de la carrera. Me gustó la ambición que tuve, y el cambio de ritmo final. Me vi con chispa y con carácter, y eso para mí es mucho. Supe regular bien el ritmo y sufrí para no perder el hilo de la carrera.
Además, tuve la gran suerte de cumplir el objetivo de estar entre los 10 primeros. Un hecho que valoro muchísimo, ya que tuve el privilegio de entrar por delante de corredores con marcas superiores a las mías.
Además, me llevo un gran recuerdo de esta cursa; una copa gigante. Cómo se curra la organización los trofeos. Es una pasada que la copa de séptimo clasificado sea de tal calibre.
Sacando conclusiones de la carrera quedo satisfecho. Aunque una parte de mí siempre quiere más, el caso es que el día y, la semana en general, no han acompañado. Carrera de perfil complicado, bien medida, y con muchos tramos con fuerte viento en contra. Ha sido una buena carrera para seguir en la pomada y en la lucha por asaltar el sub 34 minutos en un 10k. Ya colecciono muchas marcas de 34 minutos y esto algún día tiene que caer por su propio peso.
Referente a mi torcedura del pie derecho, comentar que el domingo por la tarde no podía apoyar el pie. El miedo y el pánico se adueñaron de mí, pero al final no ha sido nada. Lo traté con hielo y traumel con doble calcetín, y al día siguiente sólo tenia una leve molestia. Por suerte, había planificado una sesión de AlterG de Gravedad Cero con Albert, y rodando con un 15% menos de mi peso corporal no he notado molestia alguna. ¡Qué gran invento!
Por otra parte, mi hermano Javi finalizó la prueba en 37 minutos y 9 segundos. Como ya vaticinaba al inicio de la carrera, sabía que hoy iba a ser la confirmación de que tiene que tomarse unas semanas de respiro. Quien lo conoce ya sabe de qué pie calza, y yo que lo conozco más que nadie os puedo decir que ambición y cojones (perdonad la expresión) le sobran. Pero no somos máquinas, somos imperfectos; otros aspectos de nuestra vida nos afectan en nuestro rendimiento. Este es un claro caso. Javi, creeme, volverás. Es cuestión de paciencia y seguir ahí. Pasar por lo que estás pasando tiene sus cosas positivas, y cuando pase el tiempo verás todo lo que te hizo crecer. A veces un corredor no sólo se alimenta de grandes marcas. Tómatelo como una parte del entreno. Cuando pases esta etapa, volverás con más fuerza.
¿Y ahora qué? Próxima cita el 14 de diciembre en la Cursa Popular de La Sagrera, un barrio muy cerca de mi casa. En principio no quería correr ese fin de semana, ya que saldré de trabajar durante siete días en turno de noche y sumando 64 horas laborables (si va todo bien, porque podría ser peor). Pero el calendario manda y quiero seguir compitiendo para no perder la chispa que te da una cursa. No me queda otra opción.
La organización de la Cursa Popular de La Sagrera ha oficializado que para esta edición han homologado el circuito, y será algo más largo que en ediciones anteriores. En cualquier caso, esto no es ninguna novedad ya que está ocurriendo en casi todas las carreras más importantes de la ciudad.
Seguiremos trabajando estas dos semanas para intentar ofrecer la mejor versión posible ese día.
Me gustaría agradecer todas las muestras de apoyo que recibo de muchos de vosotros. A veces me quedo sin palabras de ver como alguien ajeno a mi vida puede dedicar su tiempo en desearme suerte y alentarme en las competiciones y en el entreno a diario. Me dais mucha fuerza. Gracias.
¡Nos vemos en la próxima! Muchas gracias por leer y seguir el blog.
¡Un saludo a todos!